El reto

       Mi propósito, que ha ido reafirmándose con el transcurso de estos últimos meses de una manera sorprendente, es quedar embarazada/ser madre entre éste y el próximo año, dentro de lo posible. Es decir, no tengo intención de esperar demasiado.

       La situación es sencilla de resumir: 34 añazos y síndrome de ovarios poliquísticos. En cambio, resulta una conjunción que en la práctica puede presentarse harto compleja, como probablemente sabréis. De lo que se infiere y justifica la necesidad de cierta premura.

       Otras circunstancias que configuran las cosas aquí, en mi pequeño holón de realidad, es un hogar que comienza ahora a construirse. Uno realmente propio. Y que naturalmente debería estar listo a la llegada de... Incógnita. Otra carrerita más.

       Creo que en esta aventura, previsiblemente uno de los mayores y más perniciosos obstáculos a salvar sea el estrés. Algo que en mi caso normalmente ya suele causar verdaderos estragos por desgracia. Y es que una característica que me ha acompañado a lo largo de toda mi existencia es la sobreexitabilidad. Esto, que en principio puede sonar a algo guarrete, se traduce simplemente en una mayor sensibilidad→mayor conciencia→mayor intensidad respecto a cómo percibo el mundo que me rodea, las interacciones que en él se dan y mantenemos todos. Es mi forma de reaccionar a los distintos estímulos, lo que afecta irremisiblemente a la calidad de mis experiencias, ya sea negativa o por supuesto, positivamente. Dicho de una manera más poética; una, que vive muy intensamente.
Aunque por suerte esto es muy matizable, ya que sólo se da en ciertas situaciones y bajo algunas circunstancias, como todo. Soy una persona generalmente muy tranquila. Tampoco se trata de un rasgo más importante que la introversión o extraversión, el pesimismo u optimismo... por poner algunos ejemplos. Pero al igual que cada uno de ellos marca el día a día de cada persona y las diferentes etapas por las que atravesará a lo largo de su vida, sin duda éste dejará una clara huella en el camino de un viaje de por sí tan imponente y determinante como es el de la maternidad. Y que además evidentemente puede guardar una estrecha relación con el estrés. ¡Espero salir viva y mínimamente cuerda!

       En definitiva, con toooodo esto yo tengo que componer un vástago. De manera que...







2 comentarios:

Siempre, siempre positiv@ 4 de julio de 2013, 15:32  

Me siento muy identificada con lo que dices de vivir las cosas de una forma muy intensa, desde luego ser así es bueno cuando es bueno y maliiiisimo cuando se tuerce, pero sigue siendo tan intenso que da igual

Ánimo y ya verás como encuentra a Incógnita antes de lo que te esperas!

Moaagssf

A Cuadros 5 de julio de 2013, 2:30  

Cierto, a veces tiene su recompensa. Yo me imagino que el día que dé a luz y vea al retoño, explotaré como una olla a presión (con pitido y todo), pero bueno...

Muchas gracias por los ánimos, ¡eres un encanto!

Besos.

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