Hogar, dulce hogar.

       Esta ha sido una semana realmente ajetreada. Mientras esperamos a la cita con el ginecólogo el día diecinueve de agosto (una espera que se me antoja algo larga), hemos estado adelantando todo lo que tiene que ver con nuestro futuro hogar.

       Ya mencioné someramente en una entrada anterior que aun faltaba terminar la que se sería nuestra casa definitiva. Una vez concluída la fase del proyecto, que dio bastante de sí hasta que quedó a nuestro gusto (aunque seguramente algún retoque más habrá según se nos ocurran cosillas), y pagadas las licencias, ahora nos embarcamos en la temida fase de visitar a las entidades financieras para valorar las diferentes alternativas hipotecarias. La suerte es que este paso ya lo habíamos tanteado simplemente a modo informativo en el pasado con algunas de ellas, muy poco tiempo atrás, y tras analizar nuestro caso hemos constatado que parece haber una buena predisposición por parte de los bancos. Así que pese a la desconfianza y animadversión que nos causan estas entidades, vamos a tener que pasar por el aro y embarcarnos en una hipoteca.
Pero al margen de estas últimas consideraciones, que podrían dar para mucho tal y como están las cosas por el mundo, evidentemente la construcción de una casa no es un proceso rápido. Crear una vida tampoco suele ser tan sencillo, sobre todo bajo mis circunstancias. Pero en ningún caso vamos a retrasar nuestros planes. Y si llegara antes Igcógnita, habremos de pasar de alquiler el tiempo que reste para habitar nuestra casa, puesto que sería excesivamente complejo permanecer los tres donde vivimos ahora.

       También ha sido una semana de ilusiones. Hace algunos días, después de terminar las gestiones programadas para la mañana, decidimos pasear por los alrededores donde se emplazará nuestra casa. El lugar ya nos gustaba muchísimo, pero cuando esa tarde pudimos reconocerlo con más detalle de lo que lo habíamos hecho hasta entonces, nos enamoró. Es como estar en el campo dentro de la ciudad, así fue cómo lo describió uno de los que serán nuestros futuros vecinos al contarnos qué le hizo decantarse por aquel lugar. Y razón no le falta. Tranquilidad, silencio, aire limpio y perfumado constantemente con el aroma de las flores, abundantes zonas silvestres con hermosas vistas, otras cultivadas, arboledas, añejos paseos con fuentes y banquitos de piedra... Y a escasos cinco minutos en coche, el bullicio de la ciudad en la que está enclavado este lugar plena de servicios y posibilidades. Lo que no quiere decir que este lugar no disponga numerosos servicios; centro de salud, centros sociales, zonas de recreo, guarderías, colegio, supermercados, restaurantes, peluquerías, etc.

       Fue un paseo cargado de planes y muchas mariposas en el estómago, ya que esos días habíamos dado el pistoletazo de salida que materializaría sobre el terreno por fin el hogar que tantas veces hemos proyectado, si nada lo impide. Allí, caminando por aquel lugar, era muy tentador dejarse llevar por la imaginación. Vernos paseando en algún momento con Incognita, esbozando nuestra cotidianidad.
Un paso más hacia nuestra nueva vida.





6 comentarios:

Unknown 29 de julio de 2013, 9:18  

Seguro que va a salir todo a las mil maravillas y va a ser la casa de vuestros sueños e Icógnita será de lo más feliz allí con vosotros!!!

Unknown 29 de julio de 2013, 11:57  

¡Qué bien suena ese lugar! Y qué gusto da imaginarse dentro de unos años con casa y un chiquillo, eh?, jeje
Mucho cuidado con los bancos. Cuando fuimos nosotros hace un par de años nos la intentaron colar en varios: que si te doy unas condiciones pero luego necesitas un seguro de no sé qué que vale una pasta, que si te digo un interés pero no se calcula igual que el interés que te da el banco de al lado porque es interanual, que si en la letra super pequeña pone no sé qué... Total, que al final no te enteras de qué ofrece cada uno si no haces las cuentas mil veces en casa.
Ya estáis un poquito más cerca de la vida soñada :D

A Cuadros 30 de julio de 2013, 0:10  

¡Gracias Berta, preciosa! ¡Ayns!, la verdad es que me ha una ilusión enorme que todo comience a marchar.

A Cuadros 30 de julio de 2013, 0:21  

¡Síii, Mamaybloguera, un poquito más cerca! Con lo lejos que veíamos lo de la casa hasta no hace mucho.
En lo de los bancos tienes más razón que un santo. Hoy fuimos a ver el primero y aunque todo fue bien, siempre queda la famosa mosca detrás de la oreja zumbando... En casa tenemos que hacer números con lo que nos dijeron y valorar bien lo que nos han ofrecido. De hecho aquí hoy hemos tenido un día prácticamente monotemático.

¡Un besote!

Mamirrachadas 5 de agosto de 2013, 23:02  

Te he nominado a un premio, el Liebster Blog Award, si quieres saber más sobre el, entra en mi blog...
http://www.mamirrachadas.com/mamirrachadas/liebster-blog-award/
Un saludo!!

A Cuadros 8 de agosto de 2013, 12:02  

¡Wooow! ¡Muchas gracias, qué sorpresa! Jo, ya van dos en poco, ¡qué iluuuu! En breve hago la tarea del premio, ¡jijiji!

¡Besotes!

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