Revisión y puesta a punto

       Padrerizo y yo al fin fuimos a la cita con el ginecólogo. Esperaba aclarar allí algunas dudas puntuales que tenía respecto al SOP y el embarazo. También deseaba hacerme una revisión completa para saber cómo andaba todo por ahí dentro.

       Se trataba de un ginecólogo que me recomendó el dermatólogo bajo petición mía, ya que el especialista al que yo he acudido desde siempre se jubiló, y su hijo, que tomó el relevo de la consulta, no me acababa de agradar del todo.
Para mí es esencial que me pueda sentir cómoda en la consulta del ginecólogo, y que además me dé la impresión de ser un buen preofesional, evidentemente. Así que me alegré mucho al comprobar lo bien que se desarrolló la cita de ayer. Supo crear un ambiente bastante distendido, incluso divertido, sin obviar la parte más responsable y minuciosa de su labor. 

       A la espera de los resultados de la citología, el resto del reconocimiento fue muy positivo. En la ecografía pude ver que los quistes en los ovarios eran inapreciables y apenas había alguno. Me comentó que en el útero parecía todo perfecto. Añadió además que en mi caso el SOP era relamente leve, que estaba a poco de no padecerlo. No obstante, había que comprobar cómo reaccionaba hormonalmente tras la retirada de la medicación que he estado tomando hasta aquí, dándome instrucciones sobre ello e instándome a mantenerle informado. 
Y así es como a partir de ahora le debo decir adiós al Diane 35, la Finasterida y el Minoxidil. En cambio, mantengo la Metformina durante todo el proceso. Ambas cosas ya las imaginaba, eran obvias, como también preví que me recetaría ácido fólico, por lo que en realidad llevaba tomándolo ya algunas semanas atrás junto con lecitina de soja y onagra. Medidas éstas que había añadido a la dieta y práctica de ejercicio normales. Ahora toca ponerme en contacto con el dermatólogo para comentarle las novedades, pues es quien me había puesto el tratamiento para piel y cabello. El endocrino en este caso poco más puede aportar.

       En cuanto a Padrerizo... ¡Ay!, qué pequeñitos se vuelven  a veces los hombres en la consulta del ginecólogo. Sentado en la silla, camaleónicamente mimetizado con el entorno (incluyendo el ficus que había tras él en el despacho) y observando todo acontecimiento con ojos de cordero degollado. Pero bueno, poco a poco dejó a un lado sus recién adquiridos poderes de invisibilidad, perdiendo la vergüenza y el desconcierto. Incluso se animó a plantear sus propias dudas hacia el tercio final de la cita motivado por la actitud del ginecólogo. Bien por él y por el doctor.




4 comentarios:

Unknown 24 de agosto de 2013, 12:43  

Jajajaja me estoy imaginando a Primerizo en la consulta y me acuerdo de Mr Coco y su cara de póquer.....
Estoy segura de que todo va a ir a las mil maravillas, tu cuerpo va a responder fenomenal a la NOmedicación y todo será antes de lo imaginado

A Cuadros 1 de septiembre de 2013, 13:17  

¡Bertaaaa! Qué risa, no veas cómo estaba. Era como si de repente no supiera qué hacer ni con su propia cara, ¡jajajaja!

¡Gracias, mi solete bloggeril! Eso espero, ¡ayns! Que el destino, Dios/dioses, karma, Moiras o... yo qué se; la bruja Lola, te oigan! ¡Jajaja!

¡Besitos!

A Cuadros 1 de septiembre de 2013, 15:15  

¡Bertaaaa! Qué risa, no veas cómo estaba. Era como si de repente no supiera qué hacer ni con su propia cara, ¡jajajaja!

¡Gracias, mi solete bloggeril! Eso espero, ¡ayns! Que el destino, Dios/dioses, karma, Moiras o... yo qué se; la bruja Lola, te oigan! ¡Jajaja!

¡Besitos!

A Cuadros 1 de septiembre de 2013, 15:15  

¡Bertaaaa! Qué risa, no veas cómo estaba. Era como si de repente no supiera qué hacer ni con su propia cara, ¡jajajaja!

¡Gracias, mi solete bloggeril! Eso espero, ¡ayns! Que el destino, Dios/dioses, karma, Moiras o... yo qué se; la bruja Lola, te oigan! ¡Jajaja!

¡Besitos!

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